
En nuestro país se elaboran excelentes vinos blancos. De hecho, el Albariño se está posicionando como la segunda cepa más representativa de Uruguay en el mundo. Las hay muy conocidas, como Chardonnay, Sauvignon Blanc, o Viognier. Pero hay otras variedades poco conocidas, que te invitamos a conocer y disfrutar.
Marsanne
De Lucca
Originaria de la región del Ródano, en Francia, la Marsanne produce vinos sabrosos, con toques de especias, pera y nuez. Los vinos pueden tener un buen grado de alcohol y con la crianza en roble desarrollan más cuerpo. A medida que un Marsanne envejece, el vino adquiere un color más oscuro y los sabores pueden volverse más complejos y concentrados, y desarrollar aromas a nueces y membrillo.
Petit Grain Muscat
Varela Zarranz
Esta variedad pertenece a la familia Moscatel, de por sí muy extensa (con unas 200 variantes), una de las más plantadas en Uruguay y utilizada para la elaboración de vino, como uva de mesa o pasas de uva. La Petit Grain Muscat es una de las cepas más antiguas del mundo. De hecho, griegos y romanos ya la habrían utilizado en la elaboración de vinos. Fue introducida en Francia por los griegos, siendo más tarde los romanos, con su dominio de la Galia quienes la extenderían por la actual Francia.
Semillón
Bouza
La Semillón también es procedente de Francia. Es relativamente fácil de cultivar y bastante resistente a las enfermedades, a pesar de su fina piel. Madura pronto, adquiriendo un tono rosado en climas templados. Se cultiva en Francia, principalmente en la región de Burdeos, Portugal, Israel y en varios países del Nuevo Mundo. Si bien se cultiva mayormente para realizar vinos de corte, en los que da muy buenos resultados, también se puede utilizar para elaborar vinos dulces, vinos generosos, blancos secos o brandy.
Torrontés
Pisano 1a Viña y Rio de los Pájaros
El ADN no deja lugar a dudas: el Torrontés es una variedad criolla oriunda de la Argentina, un cruzamiento entre Criolla Chica y Moscatel de Alejandría. Para más datos, ese intercambio de pólenes y germinación de semilla tuvo lugar en algún punto en Mendoza allá por el siglo XVIII. Propagado por estaca debido a su aroma distintivo y buen rinde, se expandió por toda la Argentina, norte de Chile, Bolivia y Perú.
Fue probablemente el naturalista D. Hudson quien, al estudiar en los manuales de la época qué uva podía ser, la encontró parecida a una española llamada Torrontés, y por eso la denominó Torrontés Riojano. La variedad es rica en unos compuestos específicos llamados terpenos, que cuando la uva madura evolucionan hacia su fase final –el aroma de la moscatel, combinado con el melón– o bien acentúan el perfume de cítricos frescos como lima, limón y pomelo rosado con una pizca de rosas.